viernes, 8 de mayo de 2009

Gravity


Something always brings me back to you.
It never takes too long.
No matter what I say or do I'll still feel you here 'til the moment I'm gone.

Set me free, leave me be. I don't want to fall another moment into your gravity.
Here I am and I stand so tall, just the way I'm supposed to be.
But you're on to me and all over me.

I live here on my knees as I try to make you see that you're everything I think I need here on
The ground.
You hold me without touch.
You keep me without chains.



A veces me pregunto si siempre será así, si es cuestión de ciclos o meras casualidades, pero siempre apareces sin invitación. Quisiera negarte la entrada o pedirte que por favor te vayas, pero basta escuchar tu nombre para quedar prendada de ti nuevamente, como si el tiempo hubiera permanecido estático hasta ahora, desde siempre. Por el momento, hasta que decidas dar media vuelta y dejar mi vida en pausa de nuevo, hasta que otros vientos te traigan de regreso... por un rato.

Es impresionante ver las clases de adicción que existen. Sería demasiado fácil si sólo fueran las drogas, la bebida y el tabaco. Yo creo que la parte más dura de mandar a la mierda un hábito, es querer mandarlo a la mierda. Es decir, nos hacemos adictos por un motivo, ¿verdad? A menudo, demasiado a menudo, las cosas empiezan de cero como una parte normal de tu vida y de algún modo cruzan la línea de la obsesión, compulsión, perder el control.

El caso es que la adicción nunca termina bien. Porque tarde o temprano, lo que nos haya tenido drogados… deja de hacer sentir bien y empieza a doler.